13 de diciembre de 2013

Adela

En esta nueva entrada os presento una obra de teatro, Adela, que está basada en La Casa de Bernarda Alba, obra de Federico García Lorca.

Los directores de teatro Antonio Domínguez y Rosel Murillo Luchuga, nos acercan la historia de la hija pequeña de Bernarda Alba y su relato de amor la cual es protagonizada por ella y Pepe el Romano.
La narración comienza cuando Adela se encuentra en el poder de decidir seguir viviendo sin su gran amor (En La Casa de Bernarda Alba se cuenta que Pepe el Romano fue asesinado) o suicidarse de pena y calmar su dolor.
En este mismo momento, a Adela le surgen en sus pensamientos todo lo que hubiese vivido con él... 
O quizá, el relato acaece cuando ella se encuentra en el letargo eterno que es la muerte...



En el primer acto se nos presenta Pepe el Romano, contrastado entre luces y sombras en representación de lo que podría ser un mundo imaginario dentro de la mente de Adela. La acción de  subir por la cuerda nos da paso a la entrada de ella.

Escena más representativa de la obra. En ella descubrimos a Adela que, justamente se encuentra en el umbral de sus pensamientos reflexionando sobre una decisión que tomar: vivir o morir por amor.

En este cuadro se vive el reencuentro "real" entre Adela y Pepe el Romano.



Empieza la aventura de amor. En ella, se mezclan sentimientos de gran pasión y cariño en confrontación con sensaciones de furia e incluso odio que derivan en conflictos, discusiones y frustraciones, recriminándose la falta de libertad que tienen para amarse a causa de las barreras que ellos mismos se crean e interponen, sumándose el factor de la época y lugar que les ha tocado vivir, los cuales no les facilitan mantener una relación abierta. Las dos escenas siguientes muestran este contraste.

Pepe el Romano le canta y dedica a Adela "Verde Que Te Quiero Verde". Con este hecho pretende demostrarla lo que siente por ella.

Sin embargo, ella tiene un arrebato y le amenaza con suicidarse. Su actuación proviene por un conflicto interior que le surge al dudar sobre si Pepe realmente la ama o es todo falso por lo mencionado anteriormente.
Se resuelve la disputa y Pepe sale de escena.



En estas dos secuencias, Adela se adueña de la personalidad de su abuela. Desentierra una tela blanca que da lugar a una serie de sueños e ilusiones que hacen referencia al matrimonio. En este estado, le da varios usos al tejido transparente: Primero, lo usa como si de un velo de novia se tratase para narrar que le encantaría casarse con Pepe. Después, este mismo es utilizado como vestido de novia. La actriz nos cuenta como y donde le gustaría casarse: "Me encantaría casarme al lado del mar, rodeado de invitados con este precioso vestido blanco impoluto". Por último, Adela da un nuevo uso al paño y lo convierte en las sábanas de una cama, donde nos explica con gran ímpetu: "Esta la cama que usaremos para nuestra gran noche de bodas"  y disfrutar de todo lo que ello conlleva.


De vuelta a la "realidad", Pepe vuelve a aparecer en escena. Adela es sorprendida con el velo blanco en las manos y él extrañado al verlo pregunta sobre el significado de ese objeto. Ella le explica que es el velo que se pondrá cuando se case con él. Al expresarle a Pepe estos sentimientos tan profundos y sus intenciones en un futuro muy cercano, este mismo se asusta en un primer momento, ya que no se esperaba que Adela quisiese casarse con él tan pronto. A continuación, él intenta arreglar su reacción de sorpresa, aunque con poco resultado. Además, añadiendo más presión a la situación, Adela comienza a preguntarle cosas con el objetivo de averiguar si realmente quiere casarse con ella y vivir todas las ilusiones que tenía. Ella, no queda conforme con el resultado y vuelve a entrar en conflicto.

Una vez más, se vuelve a solucionar el enfrentamiento. 
En este acto, ella le cuenta a Pepe que está embarazada y le explica con ilusión todo lo que le gustaría hacer con él. A su vez, a él le cuesta asimilar la noticia, pero después de hacerlo. también se entusiasma y empiezan a soñar juntos. 
Pepe la quiere llevar al médico para que la vean pero ella no accede. Además, Adela empieza a enfrentarse a él una vez más con los temas de dudas de amor y de inseguridad que tienen en su relación. Por esta razón se vuelve a desencadenar una serie de conflictos de bastante peso que derivará en el fin de esta misma.

En una de las secuencias finales de la obra, ocurren dos sucesos a la vez, que se resuelven como resultado de la última disputa: Por un lado, Pepe el Romano sintiéndose cansado por todos los conflictos anteriores y, al decidir no continuar viviendo en la cárcel que esto le supone, acaba marchándose por la puerta para no volver jamás. Por otro lado, Adela al conocer la marcha definitiva de Pepe, decide acabar trágicamente con su vida.. 
Esta última escena dramática nos encamina al final de la obra.
Representa el suicidio de Adela, la cual es agudizada por los sentidos a través del juego de luces, el color azul intenso, la tensión muscular y la posición de la actriz. 
Esta decisión es tomada por el cúmulo de situaciones enfrentadas que son narradas anteriormente.
Realmente y observando esta última circunstancia, podemos llegar a la conclusión de que, de una manera u otra, Adela estaba predestinada a acabar destruyéndose y quitándose la vida por amor...

(Fotografías y redacción elaboradas por el Fotógrafo de Madrid Borja Barrera. Todos los derechos reservados)

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